Para 1945 se acercaba el fin del primer gobierno de Manuel Prado y Ugarteche, y el contexto político no era claro. Ya era momento de convocar a elecciones presidenciales y el gobierno de Prado, que se hacía llamar a sí mismo democrático, mantenía en el destierro al partido más popular del Perú de este tiempo, y el único con la fuerza suficiente para aspirar seriamente al gobierno, el aprista, cuyo líder era Víctor Raúl Haya de la Torre.
Esta razón fue la que obligó a la conformación de alianzas electorales. Fue así como nació el Frente Democrático Nacional (FDN), conformado por diferentes partidos y movimientos, pero siendo el más importante el partido aprista, que para evitar la prohibición constitucional por ser considerado un “partido internacional” adoptó el nombre de “Partido del Pueblo”.
A fines de 1944 Oscar Benavides regresa al Perú y es propuesto como candidato para postular a la presidencia. Sin embargo, al no encontrar el apoyo del gobierno, decide unirse al FDN, en donde el núcleo lo conformaba el partido aprista. Benavides y Haya de la Torre deciden buscar una candidatura común para el FDN, de carácter reconciliatorio. La alianza de Oscar Benavides con el partido aprista resultó ser muy beneficioso para ambos, pues se complementaban de gran manera. Haya de la Torre tenía a su mando al partido más poderoso del país; mientras que, Benavides tenía la reputación y el prestigio entre los más importantes sectores económicos y entre el ejército. El elegido para ser este candidato conciliatorio fue Bustamante y Rivero, quien en ese tiempo se encontraba ocupando el cargo de embajador de Bolivia. Éste decide aceptar su candidatura con ciertas condiciones, que expresa al FDN a través del "Memorandum de La Paz", resaltando principalmente el dar prioridad a objetivos moralizadores y la eliminación de los odios políticos. El FDN aceptó sus condiciones y proclamó su candidatura el 19 de marzo de 1945.
Bustamante y Rivero ganó las elecciones realizadas el 10 de junio de 1945, con una gran ventaja: 305.590 votos (66,97%) contra 150.720 (33,03%) del otro candidato, Eloy Ureta, quien tenía el apoyo de Prado. También obtuvo mayoría en el Parlamento, de la que los representantes apristas formaban un número importante.
A principios de julio de 1945 falleció en Lima Benavides, el forjador de la unión entre el APRA y Bustamante, que no duraría mucho.
Bustamante y Rivero juramentó la presidencia del país el 28 de julio de 1945. Su deseo, que se reflejaba a través de su partido político, era que en el Perú hubiera una democracia auténtica, con reformas sociales que llegaran no solo a un sector, sino a todos sus habitantes. Sin embargo, desde el primer momento de su gobierno tuvo que enfrentar problemas económicos y sociales, como consecuencia de la segunda guerra mundial que ya estaba finalizando.
Durante su gobierno, el tema político fue uno de los más complicados y controversiales, debido a la gran oposición del APRA y de la oligarquía agro-exportadora peruana hacia el gobierno de Bustamante. Ocurrió una ruptura entre el FDN y el APRA, desde el parlamento, ya que el presidente no se sometía a su voluntad. La oposición de la oligarquía tradicional se debió a los planes “renovadores” de Bustamante y ciertas políticas económicas, siendo el principal motivo de oposición el control de cambios (el cual afectó directamente a las ganancias de los exportadores).
El asesinato de Francisco Graña marcó el punto más alto del malestar político y el inicio de la ruptura entre Bustamante y el APRA.
A esto se sumaba el malestar de los altos mandos militares que consideraban débil la actuación del presidente frente a los apristas.
Sin embargo, el gobierno de Bustamante se caracterizó por dos aspectos muy positivos, que fueron el afianzamiento de la democracia política y la gran amplitud de libertades públicas.
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